By Isla Mujeres. – La familia del Indio Blanco, candidato por el partido del Sol Azteca, intentaron “llevar agua para su molino” al orquestar hoy una rueda de prensa para manifestarse por el cambio de sede de la Feria de Rancho Viejo, en donde los asistentes fueron solo tres ejidatarios y la familia del propio candidato.
La reunión en donde se plantearon supuestas inconformidades por reubicar la sede de la Feria, se argumentó que se trata de una tradición, sin embargo, pasaron por alto el tema de la seguridad de las personas, debido a las obras que se realizan sobre la avenida principal.
La insistencia de uno de los reporteros al querer persuadir y etiquetar este asunto a un tema político fue más que claro, sin embargo, desde un principio la reunión no logró ni convencer ni mucho menos tener convocatoria y otros medios de plano solo acudieron a ver el show.
Lamentablemente la mala intención del candidato Humberto Lara quedó en evidencia cuando al final de la entrevista los hijos del político se adueñaron del micrófono para también insistir en que es una “falta de respeto” a la virgen, pero lo que no dicen es que en verdad andan preocupados por la venta de cerveza que tenían previsto vender durante estos días de Feria, una venta prácticamente clandestina y sin guardarle un poco de respeto a la Iglesia de la Fátima que se encuentra a escasos 5 metros.
Lo que posiblemente no saben es que existe un comité organizador de esta celebración y ellos decidieron que la celebración (por esta vez) se lleve a cabo en la Plaza Ejidatarios, en donde se les ofrece además de más seguridad, una fiesta que estará más cerca y accesible para todo el pueblo.
Uno de los integrantes del Comité Organizador de los Festejos, explicó que si bien no se trata de faltar respeto a la tradición, hoy existe una obra en proceso que además de afectar el acceso, podría provocar un accidente de transito.
A pesar de que algunos periodistas que asistieron cuestionaron el tema de la seguridad por el tema de las obras que se están realizando por la zona, a los hijos del Indio Blanco no les importó pues también están preocupados por la venta de sus bebidas alcohólicas que ofrecen en el terreno que tienen a un costado de la iglesia donde se celebra la misa en honor a la virgen de Fátima.
