By Hubo dos grandes momentos en los que Fernando Valenzuela se llevó la ovación de la fanaticada de los Dodgers de Los Ángeles, algo que no era ajeno a él, pero que lo catapultó a ser legendario: el triunfo en el Juego 3 de la Serie Mundial de 1981 ante Yankees, y, además de ese icónico momento, el duelo sin hit ni carrera que demostró la habilidad que tenía “El Toro”.
Fue un 29 de junio en 1990 en el Dodger Stadium ante los Cardinals de San Luis, con el aplauso de 38 mil aficionados, quien quiso emular a su excompañero Dave Stewart, exjugador de los Athletics de Toronto, diciendo una icónica frase: “bueno ya vieron un juego sin hit ni carreras por televisión… ahora verán uno en vivo”.
Por nueve entradas Valenzuela maniató a los emplumados con 119 lanzamientos, siete ponches, tres bases por bola frente a 30 rivales y un juego que duró dos horas 41 minutos el zurdo de Navojoa no permitió daño alguno.
Sus últimos tres contrincantes de los Cardinals en la caja de bateo fueron Vince Coleman, que fue ponchado con cuenta de dos y dos. Llegó Willie McGee, se le otorgó pasaporte y por último Pedro Guerrero; este último logró contactar la de cuero.
Para suerte del mexicano, salió a donde estaba parado, logró quitarle velocidad al batazo con su guante, el segunda base de los Dodgers, Juan Samuel la recibió, pisó su almohadilla, sacó a McGee, lanzó a primera a Eddie Murray y se consumó el doble play para así acabar con el juego.
“Porque para lanzar un juego sin hit ni carrera necesitas del apoyo de la ofensiva, hacer carreras. También se debe jugar bien a la defensiva. El equipo me ayudó en varias jugadas para evitar un hit y que el juego continuara sin hit ni carreras.
“Creo que todo se conjugó con el equipo, los compañeros estuvieron a la altura y finalmente se consiguió. Es un bonito recuerdo, el poder conseguir esa clase de juegos, es algo que no sucede todos los días”, declaró en 2015 para ESPN.
Con información de AS México
